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DEDICADO AL CENTRO DE ESTUDIOS HISTORICOS Y GEOGRAFICOS DE CUENCA

Author: Teodoro Albornoz /

Observaciones sobre las Ruinas
Incaicas de Molleturo

Por C.H. VILLIERS. F.R.G.S.

CUENCA

Mayo 1931

OBSERVACIONES SOBRE LAS RUINAS INCAICAS DE MOLLETURO
EN LA PROVINCIA DEL AZUAY.

Molleturo está mencionado por varios conocidos escritores antiguos y modernos que han hecho estudios históricos, geográficos y arqueológicos sobre el País de los Cañaris, los primitivos habitantes de la Provincia del Azuay en la República del Ecuador.

Las tradiciones antiguas sobre el reino de Quito nos cuentan que había 25 tribus en Cañar entre las cuales figuraba la de los Molleturos. (1). Es sabido que después de Huina-Aunqui, hermano del Inca Huascar hubo derrotado el ejército quiteño bajo Ata-Huallpa en Tomebamba, los quiteños retiráronse a las alturas de Molleturo donde fueron acometidos al día siguiente por los Incas. (2). El Istmo. Señor González Suárez (entre otros de los comentadores de esta historia) dice: “No se entiende cómo hayan podido las tropas del invasor retirarse a Molleturo, allí ser atacadas, volverse contra la ciudad (de Tumipampa o Tomebamba, sea a la de Yunguilla o la de Cuenca) y ocuparla; todo esto en un lapso de tiempo del todo insuficiente para tan rápidos movimientos a tanta distancia” (3). Siguiendo, el mismo autor dice que había un lugar en la cercanía de Cuenca, con nombre de Molleturo, situado en la parroquia de San Sebastián, que existía en tiempos precuencanos y que ya no existe, donde pudo haberse retirado. ¿No será posible que había dos o tal vez más ejércitos en contra de las fuerzas de Ata-Huallpa? Es sabido que en aquellos tiempos había un sistema de comunicación muy rápido de un lugar a otro, por medio de estafetas o posta (Chasqui), sistema por medio del cual dos ejércitos podían estar en constante comunicación.

El P. Jesús Arriaga en sus “Apuntes de Arqueología Cañar”, páginas 11, 12, 13 y 14 nos da una anotación admirable sobre Molleturo; pero no menciona las existentes ruinas cerca del actual pueblo de Molleturo en el camino de Cuenca o Naranjal.

La etimología de la palabra Molleturo es algo obscura, pero puede ser derivada de la palabra cañari Molletin, Mollenti o Mulintini, la planta Poligonácea que es la Muhlembechia Tamnifolia de la botánica, que se cría solo en lugares pedregosos.

Hay lugares en la parroquia de Molletruro tales como: Chacanceo, Clalapud, Migüir, Patul, Pinchisana,Pogyo, Sanagúin, Shagal, Tansaray, Yubal y Shal todas palabras cañaris (4) de las cuales algunas existen aún hoy día, todos a distancia considerable del actual pueblo de Molleturo, es decir que la tribu Molleturos habitaba casi toda la región comprendida entre Cajas, cerca de Cuenca, hasta el río Atun-Cañar y hasta las montañas de la Costa y probablemente por el sur hasta la Cordillera de Mollepongo o Mullepungo (Puerto o paso en un nudo de cerros).

Es curioso observar, que a pesar de la importancia adquirida por Molleturo en la historia antigua, no exista ninguna descripción de las ruinas situadas en la vecindad del actual pueblo del mismo nombre; y es muy probable, que un estudio técnico – de base arqueológico- científica- de alguna luz sobre la verdadera situación de Tomebamba, cuya situación es hasta el día de hoy incierta, aunque la mayoría de los arqueólogos se inclinan por creer que Tomebamba estaba situada en los alrededores de Cuenca.

Las ruinas de Molletruro están situadas a unos 4 kilómetros N60, Oeste del actual pueblo del mismo nombre en línea recta. En esta localidad conocida con el nombre de “Ruinas de Paredones”, que no debe ser confundida con las ruinas de Paredones situadas cerca de Quimza-cruz en el nudo del Azuay, en la Provincia de Cañar, mencionadas por Wolf en su “Ecuador” páginas 53 y 581. Paredones de ser solo una palabra vulgar por cualesquiera restos de muros grandes usado en varias localidades donde hay ruinas.

Parece que nuestras ruinas de Molletruro son casi desconocidas como que no hay libro alguno que de referencias sobre ellas. Una idea de la extensión de estas ruinas las dan los planos y vistas que acompaña estos apuntes. Las paredes contienen varios nichos como en las ruinas de Uduzhapa – entre Oña y Cochapata- examinadas por el Dr. Max Uhle. Mucho de la obra de mano está hecha con piedras labradas, especialmente las puertas y esquinas, que son seguramente obra incaica, aunque estas piedras labradas no son del Perú. Las paredes tienen por término medio 2 pies de ancho, compuestas en su mayor parte de piedras lisas de roca andesita, cogidas en el mismo lugar, mientras las piedras labradas no son de roca de la localidad, sino de Diorita y Granitos que fueron traídas de alguna distancia. En el camino de hoy entre Molleturo y Naranjal hay algunas de estas piedras labradas abandonadas al lado del camino. Dada la situación estratégica de estas ruinas, como su formación y aislamiento, parecen haber sido una poderosa fortaleza, allá por el año de 1520, durante el reinado del Inca Huainacapac en Quito (después que éste había derrotado el Shyri o Rey Cacha XV en la batalla de Hatun-taqui (Cañari el Gran tambor).

Una leyenda local dice que 3000 indios Puruays de la región de Riobamba y Cañaris permanecieron en estas ruinas una noche cuando estaban de viaje a las Provincias de Paita y Tumbez en el Sur con el objeto de conquistarlas. Los incas que habían venido del Perú con Huaynacapac hicieron un gran bien durante su reinado en Quito. se mezclaron amistosamente con los Cañaris y demás tribus y es probable que ellos hayan ayudado a los Cañaris en las construcciones de estas fortalezas o tambos destinados a los ejércitos transeúntes. En este caso hipotético, los Cañaris habrían hecho la construcción general de los edificios mientras que los incas habrían labrado y colocado las piedras de las puertas y esquinas de los mismos.

Todos los edificios están relativamente en buenas condiciones en comparación de muchos vistos por el suscrito en los Andes Peruanos, naturalmente que el tiempo ha dejado sus huellas. Además muchas de las piedras fueron llevadas útilmente por los indios para hacer sus chozas y corrales. Pero hay todavía muchos muros en buen estado y de buena altura.

Hay indicios de caminos empedrados en todas direcciones; el camino que baja de las ruinas a Molleturo por las quebradas de Tamboloma, a Naranjal por Huandoyacu (Agua de Floripondio) y es incipiente que fue en tiempos pasados el camino real entre Cuenca y la Costa. Dícese que parte de estas ruinas un camino pavimentado que va al Sur cruzando el Río Jubones hasta llegar a Otorongo, lugar al cual se fugaron los Incas después de ser “derrotados por el astutísimo Ata-Huallpa en Turubamba” (Tomebamba) (5). En los lugares conocidos: Cashitambo, Otorongo y Tomagatos en la Provincia del Oro (véase el mapa general acompañado, hecho por el suscrito, de la región comprendida entre los Ríos Jubones y Pindo.) hay vestigios de trabajos incaicos y un camino ancho pavimentado en puro monte y en partes todavía en buen estado que va de Otorongo a la confluencia con el Río Salado y Quebrada Cachicarana donde el suscrito ha encontrado otras ruinas al pie de un precipicio a una altura de 5800 pies, donde había muchas cuevas (hoy el albergue de miles de murciélagos). Estas cuevas fueron examinadas ligeramente sin encontrar otra cosa, que huesos tan viejos y en tan mal estado que fue imposible determinar si fueron humanos o animales. Pero es probable que hayan sido cementerios de los antiguos. Al lado de afuera de las cuevas hay una serie de plataformas artificiales, superpuestas, como corrales en la loma abrupta y además hay señales de edificios de regular tamaño pero sin piedras labradas. Aquí mismo fueron encontradas hachas de cobre y pedazos típicos de ollas de barro incásicas. El lugar está ahora cubierto por un espeso monte con excepción de las diversas plataformas o andenes. El camino empedrado reaparece al norte de Paccha y sigue hasta la Cordillera de Dumari donde se junta con otro camino pavimentado que viene del NE, es decir desde las ruinas de Chillacocha, (mencionado por Rivet de la Misión Francesa en el libro “Arc de Meridien Ecuatorial en Amerique du Sud” Vol. 6. página 112.). El camino seguía al SO y probablemente iba a juntarse con otros vestigios de camino pavimentado al sur del Río Naranjas donde sigue al S. todo el camino venía en dirección, más o menos, recta desde Cuenca hasta llegar a Tumbez, lugar en el cual, probablemente, se juntaba con el camino real incaico que seguía por los desiertos de la Costa hasta Arequipa en el Sur del Perú.

Hay igualmente cerca de la ruinas de Molleturo caminos incaicos situados en la montaña de la Costa. Casi al pie de la Cordillera Marítima, al norte de Hierbabuena existen otras ruinas, en un lugar que se llama Zhuya, como igualmente el Zhiriyacu. En este lugar hay además una pequeña laguna de la cual se dice que tiene su fondo pavimentado. Efectivamente en las orillas hay partes empedradas. Un camino empedrado llegaba a este lugar y se cree que el Inca se bañaba en esta piscina.

Es probable que los Cañaris hayan tenido constante comunicación con los indios de Manabí y los Cayapas de la Provincia de Esmeraldas.

Según las versiones históricas, Tomebamba fue destruida más o menos por el año 1540 por orden del Inca Atahuallpa porque los indios Cañaris se habían sublevado. Siendo muy probable que las ruinas de Molleturo hayan sufrido esta misma suerte.

El Baron von Humboldt opinó en 1878 que las ruinas del palacio de Inga Pirca o Pillca de la Provincia de Cañar (probablemente las ruinas en mejor estado de conservación descubiertas hasta hoy en el Ecuador), pertenecen al siglo XIII. Las ruinas de la Fortaleza considerada con el nombre de “Paredones de Cañar” es seguramente de una época algo posterior a las anteriores. Los Paredones de Molleturo son contemporáneos al los del Cañar porque según las descripciones de estas últimas hecha por el Dr. Reiss y mencionado por el Dr. Tomás Vega Toral en su “Tomebamba de los Incas” deben ser casi idénticas

Se desprende del plano acompañado que los varios edificios forman en su conjunto una línea recta. Están situados por término medio a una altura de 11,000 pies (3363 metros), sobre el nivel del mar.

Del punto N°. 1 (del plano), altura de 11,250 pies, hay una vista magnífica para todos lados. Inmediatamente abajo, mirando al NE, N, NO y O hay inmensas montañas de la Costa cortadas por cintas plateadas que corren en todas direcciones, que son los ríos, esteros y quebradas. La boca del Río Guayas, con sus respectivas islas, es visible y de noche las luces de Guayaquil están a la vista. Mirando al S.y SE. se ven los majestuosos cerros de la Cordillera Marítima, en la cual los Cerros de Cajas, Huabasai, Huatahuaico y Huagrahuma son los mas cercanos; en la misma dirección, se ve el pico del Cerro San Pablo (o Jerez)) tras la Cordillera de Chanchan (o Cancan). El pico de Chimborazo se ve a gran distancia al N. irguiendo majestuosamente su imponente cima por sobre las nubes y por todos los demás cerros que lo rodean entre los cuales podemos mencionar: Guagrahuma, Chorote,Quitahuaico, Quimza-chogleo en la cercanía de Molleturo. Tal es el punto N°. 1. que seguramente fue usado como Mirador aunque no hay vestigio de edificio.

N°.2. representa la ruina de una casa que mide 10 x 5 metros, situada sobre una plataforma o anden, tapado con una linda capa de césped. Este anden está soportado por el lado de abajo, por un muro de retención de piedras tapadas con musgos y líquenes. Parece que la casa no ha tenido entrada porque las paredes por todos sus lados no presentan vestigios de apertura alguna, a pesar de tener aún un metro de altura sobre el suelo. Esta casa debe haber sido una celda donde los prisioneros eran arrojados por la parte de arriba.

N°.3. representa dos plataformas o andenes con vestigios de muros de retención. Talvez fueron corrales para las llamas y otros animales.

Entre N°s. 3 y 4 hay una pequeña filtración de agua, suficiente para el servicio doméstico para una cantidad considerable de gente. Hay una quebradita de mayor tamaño a unos 500 pies cerro abajo.

N°.5. representa un terraplén con un muro de retención de 1 metro de altura aproximadamente. Sobre este terraplén existe una construcción de piedras de 1 metro sobre suelo cuya parte de arriba forma una plataforma de 10 x 10 metros a la cual se accede por una escalera situada al E. de la construcción. Este edificio está dividido en dos por un resto de muro que corre de E. al OE. En la parte S. de este edificio existe una apertura de un metro cuadrado de dimensión y dos metros de profundidad, revestida con piedras. Esta apertura pertenece probablemente a un horno en el cual hacían cocer los utensilios de alfarería. Corrobora esta suposición el hecho reencontrarse en las proximidades una capa de arcilla adecuada para la confección de esta clase de utensilios.

N°.4. representa la fortaleza o tambo – el edificio principal.- Para dar una explicación detallada de esta, se necesita una cantidad de trabajo de limpieza de monte, excavación y bastante estudio. Donde hay mayor número de muros la vegetación es mas espesa porque está abrigada de los fuertes vientos, lluvias y granizos de la altura. El único árbol que crece en esta parte es el Quinua (Polylepis sp.), mientras que hay una gran variedad de plantas pequeñas entre las cuales mencionaremos la Bccharis humifusi y Rubís nubigenus. Los dos Cerros de Zhuya y Chideleg de Paredones forman un lindo campo para un botánico, pues, hay una gran variedad de pequeñas flores de todos colores que representa una verdadera flora Alpina y es posible hacer allí una original e interesante colección para estudios.

Mirando al plano del edificio principal tenemos:
A. La entrada principal y, al parecer, la única.
B. La Guardia, indicado por su posición y el número de ventanas que tiene.
C. Corral para animales domésticos de los habitantes permanentes de la fortaleza.
D. Andenes o Plataformas tapadas con césped y probablemente empedradas. De estos hay una vista a grandes distancias al E. y O.
E. Una piedra labrada de dimensiones 2.50 x .50 x .50 mts. Esta piedra está volcada.
F. Corredores.
G. Vestíbulo.
H. Salas para forasteros a quienes no les fue permitido mezclarse con los habitantes permanentes.
J. Patio.
K. Cuarteles.
L. Vestíbulos.
N. Baños.
O. Dos huecos de un metro cuadrado por un metro de profundidad formando talvez baños.
P. Una capilla para servicios religiosos o talvez un cuarto especial del Cacique. Este cuarto es el mejor conservado porque los muros son de una mejor construcción y el piso mejor empedrado.
Q. Casa de ahora o Depósito de víveres como maíz, papas, etc. traídos de los valles de los alrededores.
R. El Palacio principal donde se celebraron las ceremonias, fiestas y bailes. Este es empedrado.
S. Puede ser un cuarto que estaba destinado para esclavos. Es sabido que los Caciques Incaicos y Cañaris mantenían esclavos, estos eran generalmente indios Jíbaros capturados durante las correrías a las montañas al E. de la Cordillera Oriental. Este mismo sistema de esclavitud tuvieron los Incas en Cuzco, donde los indios Machingangas, Campas y Piros han debido servir después de ser capturados en los valles de los ríos Apurimac y Urubamba.
T. Son pequeñas excavaciones recién hechas sin mayor importancia. (En Molleturo se dice que fue sacado de este lugar una hacha de oro, (probablemente cobre).).
U. Un hueco al parecer recién hecho que probablemente fue el lugar donde la piedra estuvo parada, sirviendo de reloj de sol sobre el plano del Anden D. Sistema similar al empleado por los Incas de Cuzco y Tiahuanaco.
W. Ventanas.
Y. Probablemente continuación de los muros de retención.
Z. Escalera de la entrada principal cuyas gradas son de un metro cuadrado.

Se puede suponer que la gente que habitaba este lugar en aquellos tiempos, lo abandonaban durante los meses de Enero, Febrero y Marzo cuando los Cerros de este lugar estaban cubiertos por nubes y caían continuas granizadas y lluvias, para refugiarse en los valles vecinales, donde las condiciones climatéricas son mas benignas. A este respecto es interesante anotar lo que dice Cristóbal de Molina en su “The Fables y Rites of the Incas” (fábulas y Ritos de los Incas), publicada por la sociedad Hakluyt en 1873 (Pub..1° Serie N° 48). El opina en su obra que según la cronología incaica el año comenzaba a mediados de Mayo, o sea cuando principiaba el tiempo seco. El comienzo de año se inauguraba con las llamadas fiestas del sol. Exceptuando Junio, cuando la gente estaba completamente ocupada con la irrigación de sus chacras, cada mes tenía su fiesta apropiada hasta el mes de Enero, durante este mes y Febrero y Marzo no había fiestas. Abril, el mes de la cosecha marcaba el principio de ceremonias y la vuelta a la vida social.

(Nota. Hay que recordar que la región Cañar y Cuenca colonial comprendían el cantón de Alausí y el actual del Pasaje, aquel incorporado al Chimborazo y este a la Provincia del Oro. Según la “Geografía Agrícola de la antigua Provincia del Azuay” por el Dr. Remigio Crespo Toral.

Cuenca, Mayo 16 de 1931,

C.H. Villiers, F.R.G.S.

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