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POBLACION Y ELEGIA DE LOS CAMINOS DEL HOMBRE

Author: Teodoro Albornoz /

ADOLESCENCIA Y AMOR FUEGO

¡Oh, compañera en el pecho de la isla
no partirán hoy…..cuánto amor
y los mástiles están cantando
un cielo de gaviotas;
dónde olvidado recuerdo
nacimiento de muelles;
apenas dieciocho años
entonces segundos de naipes,
de embriaguez; de tamuga y olvido!.

¡Ay dolor! …
Les digo que el alba me trajo
zapatos rotos – recuerdo-
y tan solo chullas nada más;
y así muriendo … y muriendo
desde adentro vine.

Allá a lo lejos repiten tu nombre olvido
y alguien te canta desesperado amor.

Dónde olvido de rotas ilusiones
yo el desesperado te aguardo
y te imagino todavía Rosa María
y en el espiral de mi triste melancolía
te miro con cuanto amor
que tu bajas de mi recuerdo
y te desnudas cantando al mar morena
y siento de pronto en mi desvarío ardiente
que tu canto tiene el olor del anís
de nuestro niño cariño.

Te recuerdo, que de nuestros hijos,
el mayor Francisco, ofreciendo está
ya sus frutos. Ciudadano del hambre interminable
tu caminas y tus banderas conmigo caminan
en los pájaros. ¡maldita sea!.




Giras persiguiendo el portal del betunero
mientras escupen y golpean las blasfemias
en todas las patrias lo hipócritas
del orden moralista; desde adentro los hijos gimen
sin vender un quinto de lotería.

La barriga dieciocho años
dónde olvidado yo el desventurado;
yo en el turbión de canciones podridas.

Y alguien canta el nacimiento
de los hijos sin apellido
sin pan y sin remedio;
ilegítimo para los otros fui…
¡ay dolor!
lágrima niña,
yo no tengo la culpa de haberte traído;
ya he muerto cuantas veces
clavado en tu madero
¡oh, mi Dios Redentor!

Luis Francisco Albornoz T.

tomada de “en el café”

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