En 1938, el “Centro de Investigaciones Históricas de Guayaquil”designa Miembro de Número al señor Pedro Robles Chambers, quien se incorpora a dicha Institución con un trabajo de mérito extraordinario intitulado modestamente Contribución para el estudio de la sociedad colonial de Guayaquil; trabajo que, al ser publicado, llama la atención por la extrema juventud del autor y la maestría con que éste iníciase en el campo histórico, prefiriendo precisamente una de sus más difíciles disciplinas. En efecto, ese libro hasta ahora no ha sido superado en el Ecuador entre los pocos que se han escrito en materia genealógica, pues a todos aventaja por la abundancia de datos suministrados como por el método y claridad con que se los presenta, además de que ellos se basan siempre en escrupulosa investigación.
Ya desde entonces, en lo más florido de su juventud, Robles Chambers declara que al cultivo de la genealogía –rama auxiliar de las más importantes con las que cuenta la Historia- lo lleva “una irresistible vocación temperamental” y no “el deseo de alagar la vanidad de nadie, ni mucho menos el de satisfacer la pueril preocupación de algunos que ansían brillar más por el mérito de sus antepasados o parientes que por el suyo propio”, olvidando lo que “dijo y repitió Vélez de Guevara;
no es señor quien señor nace,
sino quien lo sabe ser”.
Efectivamente, la labor posterior de Robles Chambers no desciende a puerilidades, antes demuestra que ella está inspirada por un profundo sentimiento patriótico, sea de honrar a eminentes personajes ecuatorianos, de estudiar puntos dudosos de historia nacional o de dar a conocer los linajes de numerosas familias del país o vinculados a él, pero cuidando de anotar los merecimientos de los que destácanse en cada una de sus genealogías. Esa noble intención prima en producciones tan valiosas de su pluma como Los antepasados de Rocafuerte, Juan Ruiz de Santo Domingo, Abogado de la Real Audiencia de Quito, Autoridades Eclesiásticas, Estudio sobre el origen del Escudo de Armas colonia de la Ciudad de Santiago de Guayaquil, Hidalguías guayaquileñas, etc.
Quiero referirme ahora, aunque en breves líneas, a las trae últimas publicaciones que del señor Robles Chambers he tenido la satisfacción de recibir. Es la primera el Homenaje a la memoria del eminente Prelado guayaquileño Excmo. Sr. Dr. Dn. Francisco Xavier de Garaycoa y Llaguno. Preceden las noticias genealógicas de lailustre estirpe de los Garaycoas, que tanto interesa a los cuencanos por ser la misma del Héroe del Pichincha Abdón Calderón, cuya madre –doña Manuela Garaycoa Llaguno- es hermana del primer Obispo de Guayaquil y segundo Arzobispo de Quito, a quien se rinde este homenaje, no sólo dando sus antecedentes familiares, sino consagrándole una reseña biográfica hábilmente escrita, pues hace conocer en todas sus fases la interesante figura de ese personaje, digno de ser recordado por su piedad y virtudes llevadas hasta la heroicidad.
La segunda obra es la dedicada a Isabelita Morlás y sus linajes. Conocido es el episodio protagonizado por Isabel Morlás y Tinoco, la hermosa muchacha nacida en Puerto Cabello y residente con sus padres en Guayaquil, que por capricho suyo de bailar una noche de las tibias del puerto, obtiene de don José de Villamil, casado con Ana Garaycoa, la realización en casa de éstos de la célebre reunión que sirve para preparar definitivamente el advenimiento de la libertad en el glorioso 9 de Octubre de 1820. Isabel, de trece años de edad, en la noche del baile es novia del prócer León Febres Cordero y Oberto, con el que poco después se casa, naciendo sus primeros hijos en Guayaquil y Quito. Robles Chambers presenta detalladas genealogías de las familias Morlás, Febres Cordero, Tinoco, Ágreda, Pagola y Besse de Morián. La de Febres-Cordero está íntimamente ligada con familias del Ecuador y, particularizando más, con varias de Cuenca, pues León de Febres y Oberto es hijo de Bartolomé de Febres Cordero Padrón, que, a su vez, es pader de Francisco de Febres Cordero Montoya, quien de su matrimonio con doña Ana Muñoz Cárdenas tiene por hijo al sabio religioso Hermano Miguel de las Escuelas Cristianas.
La tercera y última publicación recibida refiérese a las Autoridades Coloniales de la antigua Provincia de Guayaquil. Va primero una lista de más de cien Tenientes de Corregidores y luego otra, así mismo de más de cien individuos que en diversas épocas reciben nombramiento de Tenientes de Gobernadores. Ambas nóminas están acompañadas de las fechas en que desempeñan el cargo, del lugar en que ejercen jurisdicción y, muchas veces, de los nombres de las autoridades superiores que hacen la designación del destino, todo ello en orden cronológico, lo que facilita para una rápida utilización del dato.
Las obras del señor Robles Chambers son apreciadas en todo su gran valor no sólo en nuestra Patria, sino en todo el Continente, en donde con justicia se lo considera como uno de los genealogistas de mayor reputación por la importancia de sus trabajos de índole histórica.
VICTOR MANUEL ALBORNOZ
Ya desde entonces, en lo más florido de su juventud, Robles Chambers declara que al cultivo de la genealogía –rama auxiliar de las más importantes con las que cuenta la Historia- lo lleva “una irresistible vocación temperamental” y no “el deseo de alagar la vanidad de nadie, ni mucho menos el de satisfacer la pueril preocupación de algunos que ansían brillar más por el mérito de sus antepasados o parientes que por el suyo propio”, olvidando lo que “dijo y repitió Vélez de Guevara;
no es señor quien señor nace,
sino quien lo sabe ser”.
Efectivamente, la labor posterior de Robles Chambers no desciende a puerilidades, antes demuestra que ella está inspirada por un profundo sentimiento patriótico, sea de honrar a eminentes personajes ecuatorianos, de estudiar puntos dudosos de historia nacional o de dar a conocer los linajes de numerosas familias del país o vinculados a él, pero cuidando de anotar los merecimientos de los que destácanse en cada una de sus genealogías. Esa noble intención prima en producciones tan valiosas de su pluma como Los antepasados de Rocafuerte, Juan Ruiz de Santo Domingo, Abogado de la Real Audiencia de Quito, Autoridades Eclesiásticas, Estudio sobre el origen del Escudo de Armas colonia de la Ciudad de Santiago de Guayaquil, Hidalguías guayaquileñas, etc.
Quiero referirme ahora, aunque en breves líneas, a las trae últimas publicaciones que del señor Robles Chambers he tenido la satisfacción de recibir. Es la primera el Homenaje a la memoria del eminente Prelado guayaquileño Excmo. Sr. Dr. Dn. Francisco Xavier de Garaycoa y Llaguno. Preceden las noticias genealógicas de lailustre estirpe de los Garaycoas, que tanto interesa a los cuencanos por ser la misma del Héroe del Pichincha Abdón Calderón, cuya madre –doña Manuela Garaycoa Llaguno- es hermana del primer Obispo de Guayaquil y segundo Arzobispo de Quito, a quien se rinde este homenaje, no sólo dando sus antecedentes familiares, sino consagrándole una reseña biográfica hábilmente escrita, pues hace conocer en todas sus fases la interesante figura de ese personaje, digno de ser recordado por su piedad y virtudes llevadas hasta la heroicidad.
La segunda obra es la dedicada a Isabelita Morlás y sus linajes. Conocido es el episodio protagonizado por Isabel Morlás y Tinoco, la hermosa muchacha nacida en Puerto Cabello y residente con sus padres en Guayaquil, que por capricho suyo de bailar una noche de las tibias del puerto, obtiene de don José de Villamil, casado con Ana Garaycoa, la realización en casa de éstos de la célebre reunión que sirve para preparar definitivamente el advenimiento de la libertad en el glorioso 9 de Octubre de 1820. Isabel, de trece años de edad, en la noche del baile es novia del prócer León Febres Cordero y Oberto, con el que poco después se casa, naciendo sus primeros hijos en Guayaquil y Quito. Robles Chambers presenta detalladas genealogías de las familias Morlás, Febres Cordero, Tinoco, Ágreda, Pagola y Besse de Morián. La de Febres-Cordero está íntimamente ligada con familias del Ecuador y, particularizando más, con varias de Cuenca, pues León de Febres y Oberto es hijo de Bartolomé de Febres Cordero Padrón, que, a su vez, es pader de Francisco de Febres Cordero Montoya, quien de su matrimonio con doña Ana Muñoz Cárdenas tiene por hijo al sabio religioso Hermano Miguel de las Escuelas Cristianas.
La tercera y última publicación recibida refiérese a las Autoridades Coloniales de la antigua Provincia de Guayaquil. Va primero una lista de más de cien Tenientes de Corregidores y luego otra, así mismo de más de cien individuos que en diversas épocas reciben nombramiento de Tenientes de Gobernadores. Ambas nóminas están acompañadas de las fechas en que desempeñan el cargo, del lugar en que ejercen jurisdicción y, muchas veces, de los nombres de las autoridades superiores que hacen la designación del destino, todo ello en orden cronológico, lo que facilita para una rápida utilización del dato.
Las obras del señor Robles Chambers son apreciadas en todo su gran valor no sólo en nuestra Patria, sino en todo el Continente, en donde con justicia se lo considera como uno de los genealogistas de mayor reputación por la importancia de sus trabajos de índole histórica.
VICTOR MANUEL ALBORNOZ
1 comentarios:
Una interesante y completa reseña del aporte de Pedro Robles en el campo histórico y genealógico. Particularmente se resaltan los lazos de familiaridad y hermandad de los pueblos cuencano y guayaquileño.
Publicar un comentario