amó con vocación irresistible el trajín por los campos de las Letras, prefiriendo en su intensa faena la de la Historia, que honra a quien la practica, como él lo hizo, abnegada y tesoneramente, como tributo inapreciable a favor de la cultura patria. Su voluntad, fortalecida por el civismo, se convirtió en el recio motor que impulsó la máquina maravillosa del cerebro, para que funcione sin cesar, produciendo libros y folletos consagrados al estudio y comentarios de los hechos memorables en el panorama nacional y continental, ya que los acontecimientos del pasado son la mejor lección para orientar los del presente y aún los del porvenir.
RICARDO MARQUEZ TAPIA puso en esa labor esfuerzo, corazón y alma, esa trinidad augusta de que se valió para hacer trabajo provechoso y fecundo, que encumbra y en verdad ennoblece al Hombre. Por eso, las obras y el nombre de este distinguido intelectual hallarán justamente larga recordación.
VICTOR MANUEL ALBORNOZ
Cuenca, Junio de 1971.
Publicado en el aniversario primero de la muerte.
RICARDO MARQUEZ TAPIA puso en esa labor esfuerzo, corazón y alma, esa trinidad augusta de que se valió para hacer trabajo provechoso y fecundo, que encumbra y en verdad ennoblece al Hombre. Por eso, las obras y el nombre de este distinguido intelectual hallarán justamente larga recordación.
VICTOR MANUEL ALBORNOZ
Cuenca, Junio de 1971.
Publicado en el aniversario primero de la muerte.
0 comentarios:
Publicar un comentario