MISCELANEA CUENCANA

SAN MARTIN nació el 5 de febrero de 1778 en Yapeyú, lugar que hoy pertenece a la provincia de Corrientes. Su padre, español, llamábase Juan de San Martín y era gobernador de Yapeyú; el nombre de su madre era Gregoria Matorras. San Martín tenía una hermana y tres hermanos varones. Este gran americano realizó sus primeros estudios en Buenos Aires, y en 1785 se embarcó con su familia para España, donde, más tarde, entró en el Seminario de Nobles de Madrid. A los doce años era cadete del Regimiento de Murcia. Recibió su bautismo de fuego combatiendo contra los moros en Orán, en 1791. luego luchó contra franceses y portugueses. Siendo, en 1808, ascendido a teniente-coronel, por su comportamiento en la batalla de Bailén. Por espacio de veinte años luchó San Martín al servicio del Rey de España, y al enterarse del movimiento libertador de su patria, retornó a Buenos Aires; donde, en 1813 le vemos recibiendo órdenes del Gobierno Revolucionario, que le envía a las costas del Paraná, en misión contra una escuadrilla enemiga que venía haciendo incursiones para robar ganado.

San Martín partió con 120 granaderos, apostándose cerca del convento de San Lorenzo; y cuando los españoles desembarcaron les atacó sorpresivamente, saliendo vencedor. Sin embargo, en este combate San Martín estuvo a punto de perder la vida; pues, habiendo caído junto con su caballo, una pierna le quedó pisada bajo el animal, y ya un soldado enemigo iba a herirle, cuando el granadero Biagorria lo desarmó de un lanzazo.

La histórica entrevista de Guayaquil, significó el retiro voluntario de San Martín. Toda la grandeza de alma del Héroe se puso de manifiesto en su negativa de continuar su gloriosa campaña, si corría peligro la libertad de América.

Más tarde San Martín se embarcó para Europa. Vivió en Boulognesur-Mer, Francia, donde murió el 17 de agosto de 1850, a la edad de 72 años.

La personalidad del Libertador argentino no es sólo grande como figura militar; su dignidad, su desinterés y su concepto del deber, hicieron de su vida un ejemplo de alto valor moral.


Félix María Peralta
Venezolano.
Revista “ONZA, TIGRE Y LEON” Setiembre de 1945 N° 75